Crónica de la 1ª jornada «Las pruebas de la educación»

Actividad Las pruebas de la educación Artículo 6 de 36

El pasado 17 de marzo de 2017 el Bizkaia Aretoa acogió las jornadas “Las Pruebas de la educación”. Expertos en el área de la enseñanza hablaron sobre los métodos que están en auge: aprendizaje por proyecto, método Doman, métodos basados en las inteligencias múltiples o lateralidad cruzada. Así como los distintos problemas en su aplicación a los que se enfrenta el sistema educativo. El éxito de público asistente, en su mayoría proveniente del ámbito de la enseñanza, demuestra el interés que despierta este área, donde a tenor de los expertos participantes, no hay evidencias científicas que respalden los programas implantados actualmente.

Los resultados de los informes que evalúan los conocimientos y habilidades del alumnado en diferentes países como el informe PISA generan una preocupación por obtener un buen puesto en el ránking. Esto incide en la búsqueda, por parte de la comunidad educativa, de metodologías que garanticen unos mejores resultados.

Así mismo, los avances en neurociencia y la investigación del funcionamiento del cerebro en el proceso del aprendizaje fomentan la búsqueda de ese método único, válido para todos. Estos dos factores provocan que en nuestras escuelas se implementen metodologías y prácticas educativas en base a descubrimientos aún sin afianzar.

Programas sin base científica

En muchos centros se aplican programas y técnicas con nula base científica, véase la gimnasia cerebral, las prácticas basadas en la predominancia de uno de los hemisferios cerebrales, por la ausencia de cultura científica. En la sociedad actual no contrastar la información es un hecho habitual, no se buscan ni orígenes ni fuentes, lo que provoca que convivan en igualdad ciencia, pseudociencia y postverdad.

Explicar, qué tipo de métodos utilizan en sus programas y en qué se basan para elegirlos debería ser parte de la información que los centros facilitan a las familias. Así mismo, el profesorado debería ser consecuente con la realidad que se plantea en el aula y no dejarse influenciar por “modas pedagógicas”.

La desconexión entre las investigaciones sobre aprendizaje y los modelos establecidos en las aulas es un factor determinante. Los centros educativos aplican de igual manera métodos avalados y no avalados, provenientes de estudios científicos o de fuentes de dudosa credibilidad que se convierten en “modas pedagógicas”.

Ciertas “modas” alcanzan el estatus de verdad contrastada, siendo difícil cuando no imposible erradicarlas. Según Albert Reverter, profesor y divulgador, el 91% del profesorado cree en la teoría de los estilos de aprendizaje, según la cual algunas personas aprenden de manera visual, auditiva o kinética. Los investigadores tienen grandes dificultades para erradicar estas creencias tan extendidas a pesar de no existir prueba alguna que las ratifique.

Una de las razones por las que resulta tan complicado eliminar este tipo de creencias es la falta de evaluación y control que hacen los centros. Implantan las metodologías que creen convenientes sin comprobar el resultado que obtienen, lo que impide que se localicen los fallos del sistema y se puedan buscar soluciones.

La realidad del aula, una circunstancia a tener en cuenta

La realidad del aula es otro de los aspecto a tener en cuenta. Cada clase aglutina factores que la diferencian del otros grupos: diversidad cultural, número de alumnos, situación socioeconómica, ubicación geográfica… Por ello, los estudios que se hacen en el ámbito de la educación son difícilmente aplicables a gran escala.

Estos estudios se realizan con muestras pequeñas y controladas, en unas circunstancias muy concretas y no abarcan todos los factores que conviven en el aula. Por ello sus resultados son difícilmente son extrapolables y válidas para aplicar en aulas y centros que muestran “realidades” y características diferenciadas.

En esta línea existen estudios como el “Estudio de eficacia escolar en el País Vasco” que buscan detectar las prácticas de los centros con alto valor añadido. Este análisis toma como ejemplo aquellos centros que obtienen mejores resultados para identificar las buenas prácticas y poder transferirlas a otras escuelas. El resultado del estudio ha identificado los aspectos que inciden directamente en los buenos resultados de los centros de alto valor añadido: el profesorado, el clima escolar y el alumnado.

– Un profesorado con implicación, dedicación y formación, que participa en proyectos de calidad y que es cuidado por el centro.

– Un clima escolar donde no se aprecian problemas serios, bajo el liderazgo de una dirección que gestiona, coordina y realiza evaluaciones en todos los niveles.

– Un alumnado sobre el que se despositan altas expectativas y al que se le hace un seguimiento cercano atendiendo a la diversidad del aula, para una detección temprana de las dificultades.

La clave no es el método

La metodología implantada en la aula, la desconexión entre docentes e investigadores, la ausencia de cultura científica, la dificultad para erradicar la pseudociencia, la falta de evaluación de los métodos aplicados y las diferentes realidades que se dan en el aula se convierten en obstáculos para identificar las buenas prácticas en educación. No solo eso, cuando éstas se identifican se infravaloran. Tal como expuso Marta Ferrero, doctora en psicología, hay estudios que demuestran que el método que mejores resultados ha obtenido en cuanto a aprendizaje es la enseñanza directa, método que se tacha de anticuado y se deja de lado.

Por otro lado, el problema no se circunscribe únicamente al ámbito del profesorado y los centros educativos. Las instituciones oficiales también dan crédito a guías y programas sin ningún aval científico. Circunstancia que resulta especialmente grave teniendo en cuenta la responsabilidad que tienen como garantes de la calidad en la enseñanza.

La jornada “Las pruebas de la educación” sacó a relucir las carencias de la idoneidad y efectividad de las metodologías aplicadas actualmente en el sistema educativo. Varios de los ponentes coincidieron en que la variedad de modelos no tiene por qué ser un factor negativo, al fin y al cabo la clave es la aplicación y no la metodología.

Sobre la autoras: Enara Calvo, estudiante de periodismo, y Ziortza Guezuraga, periodista, son colaboradoras de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU

2 comentarios

  • Avatar de Alfonso

    En la carrera de magisterio y en la de psicopedagogía se da la teoría de los estilos de aprendizaje como verdadera. L@s maestr@s imparten con los métodos que les han enseñado y no se espera de ell@s que sean científic@s. Un buen sitio donde incidir si se quiere mejorar la educación es en la formación de l@s nuev@s maestr@s.

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