Aunque puede que ocurriera en más de una ocasión, lo más probable es que las neuronas surgieran solamente una vez, en los cnidarios. Seguramente lo hicieron a partir de células epiteliales capaces de propagar potenciales de acción. Esas células estarían conectadas eléctricamente con otras de la capa superficial, para posteriormente pasar a establecer comunicación química entre ellas. Poríferos, placozoos y mesozoos carecen de sistemas nerviosos.
Los sistemas nerviosos surgen de la disposición de las neuronas en redes difusas o en cordones nerviosos. Se suele asumir que la presencia de redes difusas de neuronas es un rasgo de primitivismo. Sin embargo, es muy probable que se trate de un carácter ligado al tipo de simetría corporal y a las necesidades que impone el modo de vida de cada grupo o linaje. De hecho, en casi todos los grupos hay redes difusas de neuronas en los sistemas periféricos.
Pueden seguirse diferentes aproximaciones al estudiar el sistema nervioso. Cuando se analiza desde un punto de vista puramente anatómico, suele establecerse una distinción entre sistema central y sistema periférico. Y funcionalmente suelen considerarse el subsistema somático y el autónomo. También la dirección que siguen las señales se utiliza como criterio: Desde ese punto de vista se puede considerar un subsistema aferente, que es el que conduce las señales de los sistemas receptores al centro o centros en que se procesa la información; y también un subsistema eferente, que es el que conduce las señales elaboradas en los centros de procesamiento hasta los sistemas efectores encargados de dar respuestas. Pero en todo caso, no debe perderse de vista que se trata de clasificaciones que hacemos los biólogos para poner orden y facilitar el conocimiento de la materia de estudio, no de categorías que, como tales, hayan sido generadas por la naturaleza.
El sistema nervioso de los cnidarios consta de una o varias redes bidimensionales y difusas de neuronas. Y su comportamiento es, lógicamente, muy simple: comprende sobre todo movimientos de natación, defensa y captura de alimento. Algunas formas de comportamiento son rítmicas (natación en medusas, bombeo peristáltico en hidras, enterramiento en anémonas y ritmos de expansión y contracción en anémonas). Esos movimientos rítmicos son debidos a la acción de potenciales marcapasos por parte de células especializadas.
Como iremos viendo, la condensación de tejido nervioso y la posición del encéfalo o de los ganglios encefálicos son el resultado de presiones selectivas asociadas con la simetría bilateral y con modos de vida en los que los ancestros se desplazaban por encima de un sustrato. La cefalización surge en respuesta a la necesidad de disponer de una elevada concentración de estructuras sensoriales en el extremo anterior del cuerpo y al valor de que el encéfalo se encuentre lo más próximo posible a esas estructuras. De esa forma, las señales con información sensorial llegan en el tiempo mínimo posible al centro de procesamiento para, cuanto antes, elaborar la respuesta adecuada. El cordón nervioso longitudinal surge como el modo más eficaz para transmitir señales motoras a lo largo del cuerpo.
Las presiones selectivas que han actuado sobre los animales con simetría radial son muy diferentes. En estos, las estructuras sensoriales se distribuyen en los 360º y a menudo están asociadas con un sistema nervioso central de estructura anular. Ese sistema, que surge por condensación de redes nerviosas, envía señales a las estructuras efectoras mediante nervios radiales. Sistemas de este tipo se hallan en algunos cnidarios y en equinodermos.
Los platelmintos, los pseudocelomados y los filos menores de celomados representan la transición entre la organización del tipo red nerviosa al sistema nervioso central más desarrollado de los invertebrados superiores y vertebrados. Estos, como ya se ha dicho, presentan un elevado grado de cefalización y concentración de neuronas en un sistema nervioso central.
Los platelmintos o gusanos planos representan un estado intermedio en la transición. Poseen un encéfalo claramente definido y un par de troncos nerviosos que se extienden a lo largo del cuerpo. También poseen una red nerviosa distribuida por la superficie corporal. El encéfalo es el órgano que “toma decisiones” y la red nerviosa ejerce control local, incluyendo arcos reflejos, sobre los músculos. Así, aunque el control de la alimentación corresponde al encéfalo, ésta puede mantenerse, mediante reflejos, en su ausencia.
Por su parte, los nemátodos disponen de una red nerviosa periférica y la concentración de neuronas se produce en un cordón central sin ganglios. Un anillo en el extremo anterior puede ejercer las funciones del encéfalo. Acciones como deposición de huevos y defecación pueden realizarse sin el extremo corporal anterior.
Sobre el autor: Juan Ignacio Pérez (@Uhandrea) es catedrático de Fisiología y coordinador de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU
Txema M.
Si las neuronas surgieron sólo una vez y en el grupo de los cnidarios, entiendo que todo el resto de animales neuronados derivamos de ellos. ¿Se supone que fue así?
Juan Ignacio Pérez Iglesias
De un cnidario, sí, pero seguramente hace 600 millones de años no eran como ahora. Tampoco para ellos ha pasado el tiempo en balde.
Armando
Respecto a la importancia de la posición de la región cefalizada, y que esta se ubica anterior por la necesidad de recibir mas rápido los estímulos, ¿Qué se puede decir sobre la mielinización, estos animales cuentan con vainas de mielina?